Quiero otro soplo,
su fragancia en mis dedos mojados
de la misma tarde de playa.
Aquel sol que marcaba tu piel
cuando yo no podía volver
No había nadie que lo esperara,
pero era perfecto;
cada hoja caía a su tiempo,
cada marca de tu ojo perdido
en un fragmento de lo que éramos.
Las raíces han invadido tus tierras,
para invertirnos, para dejar de mirarnos
desde tan lejos.
(Vía facebook / 2 bocas)
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